domingo, 21 de junio de 2009

Eduardo y Alejandro Sanchez Sanguinetti

Los saludé después de mucho tiempo sin verlos.
Edu tenía dos cigarrillos negros en la boca. Estaban los dos prendidos. Ale tenía solo uno. Estaban paseando a un perrito callejero.
No dudé un segundo. Frené, bajé la ventanilla y los saludé efusivamente.
Ellos contestaron mi saludo.
Creo que no tenían la mas puta idea de quien era. Eso me importó poco, yo sí sabía quienes eran ellos.

2 comentarios:

  1. Hay algo en el balero que te está haciendo ruido. Los ví el viernes a la mañana cuando iba al laburo con el dogui. No me registraron ni de casualidad.

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  2. juaaaaaaaaaaaaaa. Me acordé cuando los dejaste atrapados en el sótano de su casa....."allá Ale...allá Edu". Le señalabas el fondo del sótano para cerrarle las puerta!!!
    juaaaaaaaaaaaaaa
    Lo peor de todo es que estuvieron encerrados un ratito

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