Dia para el Recuerdo

Puse el despertador a las 7:00 am. Mi intención era repasar la clase sobre valoración de la producción que tenía que dar en la U.B.A No fue una de mis mejores noches, los nervios me invadían como si fuera la primera vez que iba a dar una clase. La semana pasada quise conocer al curso para saber con que gente me iba a encontrar. Me llevé una buena impresión, por eso no entiendo el motivo de mis nervios. Entre gallos y medias noches llegó el esperado abrazo de la niña que me quita el sueño. Lo paradójico fue que gracias a ella entré en un estado de inconsciencia del que no quería despertar.
Admito que sus susurros semi dormida me dan la fuerza necesaria para afrontar los días, sobre todo cuando se de antemano que son infinitos... hoy no fue la excepción.
Repasé la clase, entre al cuarto y me despedí en silencio. Siempre la observo unos cuantos minutos....
En cuanto salí a la calle me encontré con el Diariero, se sorprendió cuando vio que no frené en su puesto para pedirle el Ambito.
Caminé por Av. Córdoba hasta llegar a la Facultad de Ciencias Económicas, entré al aula de auxiliares, firmé el libro, agarré tres tizas y me fui para el aula. Dije buen día y arrancó la clase... Lo mas bonito fue entrar para enseñar y no para aprender…